Demasiado Triste Para ser Verdad

Son de esas cosas que uno no entiende. Cosas que lo dejan a uno con la boca abierta. Cosas que dan vergüenza.

Un partido planteado casi a la perfección con pocos errores, una sola desatención y un solo jugadore ido del partido (obvio, Arizala).

Demasiado triste para ser verdad. Es como si la película se detuviera y nos quisiera devolver el cassette unos quince años, cuando nuestro ex jugador Freddy Rincón, le quitaba el balón a Omar Pérez en el área en el minuto 91 y nos dejaba por fuera de la final del 92.

Tiramos dos puntos más que valiosos a la basura y un "invicto" de honor contra el equipo que más aborrezco y al que más disfruto ganarle. Qué rabia, qué EMP...

Es absurdo que perdiéramos el partido así (si, lo perdimos). No hay derecho que un jugador prefiera botarse para engañar al juez, en vez de definir cuando se encuentra solo en el área frente al portero para definir, nos pasó claramente "el tramposo cae en su pozo".

Luego de la desahogada, ahora viene el análisis.

Para mí fue un partido muy bien jugado, con pequeños baches. El partido el primer tiempo lo teníamos dominado, controlado, sin muchas ocasiones de gol a favor (una nada más, realmente clara), pero mucho control de pelota y mucha tenencia. Controlábamos la salida de Arango y los ataques caleños. El único jugador que era capaz de hacernos daño fue el único capaz de hacer cambiar la historia de un partido que teníamos laureado.

Otálvaro jugaba un partidazo, Julio hacía atajadas impresionantes. Quintero y Flotta eran fuertes y aguerridos. El chileno abría espacios y el tren era el único jugador que buscaba el arco contrario con claridad.

Empieza el segundo tiempo y nuestro equipo fue totalmente ordenado y se hacía dueño del partido. Pérez aparecía nuevamente en el partido y generábamos riesgo, tímido pero certero. Llegó una jugada magistral que finalizan Quintero y el Chileno que vuelve a aparecer en el marcador.

Pero llegó el exceso de confianza y un cambio que no entendí muy bien. Está muy bien darle premios a Mario Gómez, quien lo viene haciendo muy bien y que lo hizo bien pese a los pocos minutos que jugó, pero el cambio era Bernal (así haya entrado más tarde)para mantener el balón y marcar mejor. Ahí perdimos administración.

Fíjense que el cambio no pasa desapercibido. Los últimos cinco minutos fueron un infierno literalmente para la defensa. Arizala, pierde un balón en medio campo y se generan tres tiros de esquina seguidos. Mario pierde referencia en marca y queda un huevo entre Léider y el Pitufo quien con un pequeño toque nos empata.

Qué me deja el partido además de la rabia y la tristeza?

- La tranquilidad que el equipo sigue demostrando que juega bien de local o de visitante.

- Que Santa Fe tiene un gran líder en el terreno, Pérez, qué grande eres!

- Que la defensa cada día es mejor y más contundente.

- Que somos efectivos en el arco contrario.

- Nuevamente, y como para ponerlo en el camerino de los jugadores, que los partidos duran 90 minutos.

- Que el equipo demuestra jerarquía de visitante. Es verdad jerarquía es ganar los partidos, pero creo que el equipo tiene mucho fútbol.

Tiene dos lunares que vale la pena resaltar:

- La falta que nos hizo Villarraga! hombre, uno no se puede hacer echar así como así, fíjense como esos errores de personalidad nos cuestan demasiado caro.

- Arizala sigue un jugador que nos sigue debiendo, lejos está de su nivel de selección y de principios del primer torneo que jugó cuando llegó.

- Arrechea está mu ansioso y siente que está perdiendo la titular con un jugador de 18 años y eso le pesa, se nota a leguas.

Bueno señores, se viene una semana de esas fuertes, donde nos jugamos muchas cosas. La copa Colombia, los tres puntos del DIM y como si fuera poco, nos jugamos un clásico que será decisivo para las aspiraciones de ambos. Desde ya, convoco para hacer una gran fiesta en el estadio y como siempre demostrar quien es el que manda en Bogotá.

Un abrazo y con la Santa Fe llena de ansiedad por lo que viene me despido.