Las Fórmulas Secretas de los Santafereños

Cuando el fútbol no alcanza, los santafereños tenemos dos fórmulas no muy secretas para llegar a los objetivos. Algunas veces esa fórmula se olvida, o tal vez queda guardada en una caja con una cerradura muy fuerte.

Pero ayer, un mago abrió esas cerraduras y sacó lo mejor de nosotros, para evitar lo que para mí, personalmente, es algo que me puede generar el peor sentimiento del mundo: Perder con los verdes de Antioquia.

 La primera fórmula empezó al salir el equipo al campo, o mejor, unos días antes con un movimiento en Twitter y redes sociales que hizo que el estadio estuviese prácticamente lleno con un aforo con más del 70% rojo capitalino. Salen los equipos a la cancha y al mejor estilo de los estadios europeos, se levanta un mosaico cardenal haciendo honor a la capital que nos cedió su nombre, Santa Fe. La capital que nos dio su nombre nunca se olvidó y se convirtió en un lienzo que merece estar estampado en el mejor de los museos bogotanos. Absolutamente espectacular la fiesta. Felicitaciones a la GARS por esa organización y ese detalle que no olvidaremos.

 Una afición que aguanta el tiempo, como el héroe de la patria Luis Arturo Arcia, que recibió su merecido homenaje, un ejemplo de caballerosidad Santafereña. Eso es señores nuestra primera fórmula, cuando nos unimos, celebramos y cantamos juntos, los objetivos se logran. Si estuviéramos más juntos, lograríamos más.

 Empieza el partido y la euforia pareció confundir a los jugadores cardenales y fue el rival el que tenía más claridad y se fue adelante. Un ex jugador vago y perezoso que nunca quiso hacerse grande en Santa Fe nos clavó y puso adelante al visitante.

El partido lucía perdido y con pocos argumentos para recuperarse. Pero gracias a una definición magistral de Pérez, empatamos, con más cojones que cualquier cosa. Esa es nuestra segunda fórmula y ayer fue suficiente para mantener el segundo lugar en la tabla.

 El rival se adelantó, pero lo que el palo y el mismo Pezutti quisieron aguar la fiesta, nos lo dio el destino con un empate agónico, de esos donde los cojones salen a flote pese a un mal juego, jugar con cojones es una virtud, una fortuna que podemos ver los hinchas de los equipos sufridos como el nuestro.

Pérez en un claro penal, nos pone a gritar sin parar que la capital nunca dejará de ser nuestra y que Medellín tampoco. 

Alguien se acuerda cuándo fue la última vez que perdimos con la chequera verde? Con la Santa Fe llena de agradecimiento por esa fiesta de la GARS y de la hinchada, por los homenajes a los héroes de la patria y por demostrar que en el fútbol los cojones pueden más que cualquier cosa me despido.

Vamos León!!!