Sin Palabras!

Parece un comercial de Mastercard. Parece una historia de los hermano Grimm. Parece una historia irreal en las páginas de nuestra sufrida historia. Hace un par de días estábamos lamentándonos por perder en el minuto del demonio.

Hoy Camilo cambia la historia, la cambia para siempre, porque por primera vez un portero marca en jugada en movimiento un gol en EL ARCO NORTE. En la cara de los rivales de patios. Hace seis meses nos la cantaron en la cara, esta vez nosotros se la cantamos nosotros. Ese es el fútbol, eso es lo bonito de tener un rival de patio al fin y al cabo, sea lo que sea.

Es sencillamente inexplicable, el cliché de "no hay palabras..." me viene a la menta más que nunca, era impensable y hasta arriesgado. No les voy a negar que me asusté con la salida de Vargas, pero tampoco negaré que sabía que algo grande podía pasar. Algo me decía en el fondo de la sangre que algo iba a pasar.

Y pasó, el gol más importante de este año, en caso que el final sea feliz.

No fue un gran partido, más incisivos nosotros con una pequeña salvada al final. El fútbol nos tenía algo grande, algo enorme para celebrar.

Un salto ganando la posición a dos defensas, un salto que vale casi una clasificación, un gol que vale una humillación. Vale una alegría, vale un buen jueves en la oficina. Lo vale todo.

Una corrida hacia la tribuna occidental ante miradas atónitas y otras llenas de alegría. Una vez más el Minuto de Dios, vuelve a ser lo que debe ser, un aliado de Santa Fe. Un minuto de Dios que no se por qué putas quería dejar de ser nuestro, de irse de nuestra esencia.

Basta con ver las palabras de Camilo y de Omar para entender que este equipo está unido. Se que eso no es suficiente, pero si vale y vale mucho. Basta con entender que con todas las limitaciones los jugadores han hecho un gran sacrificio. Es lo que tenemos y con eso tendremos que convivir.

Hoy a celebrar hasta mañana, porque desde mañana mismo a pensar en Cartagena, todavía no hemos ganado nada.