Cuando el Jugador debe Homenajear al Hincha

Sinceramente creo que lo que ocurrió en El Campín y en Bogotá, es algo sin precedentes.

Yo nunca había visto algo así. Un derroche de creatividad santafereña, un derroche de amor y pasión. Es verdad que no llegamos en grandes cantidades al estadio. Lo acepto, tal vez estábamos en minoría para mi gran desdicha. Pero un homenaje así, dependía de esos 8.000 fieles rojos que pese a la adversidad, nunca, pero nunca abandonan al equipo y a los colores. Pero pienso que esto tenía que pasar, una fiesta para "el carnaval de los fieles". Esos que siempre, pero siempre están ahí. Por eso me pareció tan importante esa fiesta. Porque fue el momento en que la verdadera familia santafereña estuvo ahí se juntó para celebrarse su historia.

Bogotá sintió un temblor fuerte. Un temblor que tuvo como epicentro el corazón de 5.000 valientes y orgullosos hinchas cardenales que marcharon por toda la ciudad demostrando ese amor ciego por el color de su sangre. 5.000 personas fueron suficientes para demostrar que este equipo tiene a los mejores 5.000 amigos. Tal vez no sea la mayor cantidad de personas, pero si, la de mayor pasión.

Un recordatorio a jugadores que ya no están con nosotros, a jugadores que siguen por ahí deambulando por la vida que hicieron grande nuestra institución. Un gran homenaje a esas personas que un día se juntaron en el Gimnasio Moderno, que lucharon sin parar para construir un legado en la ciudad. Un homenaje a esas personas que tantas alegrías nos dan domingo tras domingo, a esas personas que de alguna u otra forma ya son el centro de nuestra vida.

La hinchada recibió a un equipo con el que todavía no se identifica (y que ellos tampoco al parecer), como si fueran amigos de toda la vida, porque los colores van por encima de todo. Un recibimiento espectacular. Acepto que los jugadores respondieron con garra y entrega, más no con fútbol y que quisieron ganar. Lástima esa de Léider, era el partido perfecto para el reencuentro con el coro de "Vamos a la playa" de quién me tomo los derechos de creación y adaptación a la canción que se canta a Léider. Pero no, no se dio y nos fuimos con un deslucido y preocupante empate en Bogotá.

Y llega ese minuto 70 y el corazón no paró de latir fuertemente, un nuevo temblor azotó a la capital colombiana que puso a generar agüita en los pantalones a los visitantes, tanto jugadores como hinchas.

Santa Feeee Santa Feeee Feliz Cumpleaños Santa Feeeee.... Depronto una nube blanca de amor puro creada de rollos papel gira alrededor del estadio y una humareda de pasión se infiltra por todo el estadio hasta llegar a los jugadores. Una gran bandera con la insignia cardenal reaparece en la lateral sur. Fue tan espectacular que el partido tuvo que parar. Y paró porque era el momento para que esa hinchada sufrida y creativa demostrara que no hay algo similar en este país.

A raíz de esto me hago muchas preguntas... Es posible que una persona vea y sienta eso en un campo de juego y no se quiera matar? Que no quiera hacer feliz a esas personas que sin conocerlas, sin saber quienes son en realidad, los hacen sentir como sus ídolos, como sus ejemplos a seguir, que se gastan hasta el último centavo para decirles lo importantes que son para ellos?

Existe una personas que llegue a ese nivel de indiferencia frente a la vida? frente a las ilusiones de los demás?

Yo recuerdo cuando en el colegio, algún día me cantaron mi nombre cuando estaba en el campo y me hice matar como nunca, no logro entender como no pasa lo mismo con jugadores "profesionales".

Qué puede pensar un directivo que no quiere entregarle el equipo a su hinchada, pero que tampoco lo quiere hacer crecer? Qué puede pasar por la mente de un tipo que prefiere la terquedad personal y jugar con la ilusión de miles de personas? Que prefiere arriesgar el mal nombre de una institución con historia limpia?

El día que esas respuestas lleguen, será el día que la hinchada reciba ese homenaje que se merece.

Quiero agradecer personalmente a esas personas fieles y leales que llegaron a la cancha, que hicieron de este día algo irrepetible e imposible de copiar.

Cuándo se había visto que un equipo tuviese semejante fiesta después de un dolor como el del partido del Tolima, después de semejante castigo de la vida al corazón, después de cuatro partidos sin ganar y después de todo esto que nos rodea?

Ese tipo de homenajes solo lo puede hacer el hincha de Santa Fe. Una muestra de humildad, cariño, inconidicionalidad y respeto. Ojalá los jugadores dejaran tanta maricada y dejen de decir que es que en Bogotá hay mucha presión, que los periodistas, que bla, bla bla. Ojalá esto despierte a los mercenarios que han pasado por acá y seguramente seguirán llegando.

Señores, ese homenaje se lo merecen esas 8.000 personas y una historia única. Felicidades a la GARS. Admirable de verdad.

Feliz Cumpleaños Santa Fe, la razón de mi vida.

Hoy es de esos días en que me enamoré más de mi equipo, de mi Santa Fe.

Con la Santa Fe puesta en los próximos 70 años de historia me despido.

Vamos León!!!

PD. Mi comentario del partido, lo menos relevante de hoy. Muy bien la defensa en general a excepción de Villarraga. Gran partido de Centurión, de Johnnier y de Roa. Excelente partido de Bedoya y Torres, qué leones! Me gustó en lo poco que jugó Galván. Preocupante el nivel de los delanteros y no se qué le pasa a Séijas, pero lo necesitamos vivo ya... Él es un grande, pero no está presente en este momento. Léider, ahí siempre, donde debe estar, pero lo veo muy poco hábil, creo que él está para los últimos 30 minutos, mientras tanto que Mario Gómez, Valencia y/o Rodas desgasten a los visitantes.

Otero, por favor, devuélvele un homenaje con más fútbol a esta hinchada sufrida e inigualable.