Y fue así como llegamos a nuestra hermosa y luchada novena estrella.
Santa Fe ya no es un equipo al que le ganan por camiseta. Hoy Santa Fe es todo lo contrario. Gana por jerarquía. Gana porque tiene nuevas arandelas en su camisa. Queda campeón porque definitivamente recuperó su grandeza.
No fue el mejor año, no fueron del todo los resultados que todos esperábamos, pero se logró algo que ninguno esperaba. Debo reconocerle a mi amigo Sergio Gómez que me lo anticipó con muchos días antes, de hecho le debo una botella de Double Black, la cual disfrutaremos juntos.
Hoy luego de dar una nueva vuelta olímpica, al lado de mi familia, la verdadera y la santafereña, de mis primos, mi hermana, mis grandes amigos de platea y de todo el estadio, me siento orgulloso de saber que en la vida hay muchas formas de ganar, que nunca se debe renunciar a la victoria por más golpeado que se esté, tal como me lo enseñó mi papá. Así como hoy se lo transmito a mi hija Mariana de la Santa Fe.
Hoy señores, tenemos nueve estrellas. En menos de cinco años somos el equipo más grande de Bogotá, el equipo más laureado de este siglo de la ciudad. Este equipo demostró que en la vida no solo se gana con arandelas, se gana con COJONES. Como nos gusta al equipo de los hinchas del Palacio del Colesterol.
Solo en diez minutos se demostró la supremacía. Cobró el argentino Gómez como con la mano, como si lo hubiera hecho su compatriota el calvo, Urrego, el criticado, el abucheado, el que muchos pidieron de baja y para la banca, se levantó como los grandes, con inmensidad y altura para darnos el gol del título.
No puedo negar que estas fechas y acontecimientos son agridulces para mí, pues la falta que me hace el gran Edgar Plazas son inmensas. Allá estuvo acompañándonos en el Campín, estuvo presente!
Lo demás fue trámite, poco sufrimiento. Muchos menos de lo esperado.
Costas demostró que es un capo, que en este deporte ganan quienes lo viven minuto a minuto.
Hoy Santa Fe es un poco más grande. Un campeón de camiseta.
Con la Santa Fe puesta en seguir poniéndole peso a esa camiseta me despido.
Vamos León!!!
¡Siempre estarás presente!
PD. Grande César!!!!
