Nada que hacer, derrota inobjetable donde nos encontramos a un equipo que fue superior en la cancha y en amargura en la tribuna. Bastó con ver como cada vez que la GARS y los pocos valientes de occidental cantábamos algo, quedaban inmediatamente callados.
Santa Fe no fue ni sombra de lo que finalizó el semestre pasado. Es obvio y no hay como criticar a nadie, el equipo se demorará en poner a tope físicamente, es algo más que lógico. Defiendo al equipo en general. Eso sí, yo personalmente, hubiera generado un plan para esto y me hubiera enfrentado con suplentes en el clásico. Así la excusa era doble.
Entrando en materia del partido, Quiñonez y Pérez fueron los destacados del León. El primero jugó su mejor partido como profesional, qué jugador tenemos acá, grande, con temperamento y no se dejó calentar de Wason. Muy profesional Julián. Pérez, aunque no fue del todo preciso esta vez, tuvo unos primeros minutos absolitamente brillantes.
Santa Fe me dio la alegría de ser campeón y estrenar el título frente al rival de patio, no desperdicié la oportunidad y grité campeón sin parar, era lo mínimo.
No puedo negar que me preocupa la ofensiva cardenal. Rodas anda falta desde hace mucho tiempo, aunque talento le sobra, el Boli es de partidos y a Mario no le dan la bola. Cardona, anda muy gordo.
Yo soy de los que creo que si tenemos que tener un delantero más (o dos).
La Dimayor, castigó al campeón y al mismo Pasto, ambos mostraron falta de físico. Algo más que lógico.
Con la Santa Fe puesta en que alguna vez la Dimayor piense, me despido.
Vamos León!!!